top of page
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-23
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-22
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-21
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-20
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-13
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-15
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-12
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-11
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-10
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-9
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-1
Rogelio_Botanz_1._Fotografía_Fran_Afonso
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-3
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-4
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-5
Rogelio Botanz en el Teatro Leal. Luz Sosa-2
  • Facebook Social Icon

 

Chácaras, tambores, agua, gánigos, pitos, silbo, piedras..., éstos son algunos de los instrumentos tradicionales de la cultura canaria que Rogelio Botanz fusiona con los eléctricos más actuales en un viaje hacia las raíces y las tradiciones del archipiélago canario.

​

Son ya veinticinco años de trayectoria de este vasco-canario. Veinticinco años de canciones, de investigación de la cultura que le cautivó cuando llegó a las islas. Veinticinco años de viajes llevando esa cultura asimilada como propia a rincones de medio mundo. Son ya veinticinco años de escenarios y ensayos, y para celebrarlo, qué mejor manera que un vano intento de resumirlos en un solo disco, y claro está, éste tenía que ser rodeado de los suyos, de sus amigos artistas en el escenario y de sus amigos público en las butacas.

​

Con este trabajo, el artista intenta mostrar las canciones que le han unido a la cultura canaria desde su llegada a las islas. Con este puñado de canciones, Rogelio se ha presentado en diferentes países, viendo como era recibido siempre de una forma entusiasta y con cara de asombro en quienes escuchaban por primera vez tambores y chácaras herreños y gomeros o “la magia” de hablar silbando. Públicos tan distintos como venezolanos, franceses, portugueses, nicaragüenses, italianos, marroquís, sudafricanos o cubanos, entre otros, han tenido acceso a una parte de la cultura canaria de la mano de Rogelio y sus músicos.

​

También se resume en este disco, la visión de lo que encuentra en las islas cuando llega a ellas cargado de juventud y curiosidad, un no canario. Este joven Rogelio que llega a Canarias, que se amarra a La Laguna y  que se encuentra con una rica propuesta musical y cultural, que lo enreda. Él hará su particular digestión de esta nueva realidad para devolverla en forma de nuevas canciones, que a lo largo de los años configuran un repertorio que se convierte por derecho propio en una fantástica muestra cultural canaria, que se exporta a diferentes escenarios del mundo.

bottom of page